Vivimos tiempos extraños, situaciones que no esperaba ver en nuestra sociedad a estas alturas: gente condenada a prisión por su música o por escribir un tweet. Este es un tiempo donde la libertad de expresión está recortada con respecto a hace pocos años y hemos olvidado que este derecho nos permitía opinar libremente a todos, incluso cuando esa expresión nos pudiera parecer despreciable.
Seguir leyendo...