Tito Val

Censura en los videojuegos

Publicado el 10/06/2018. Escrito por . No hay comentarios

Vivimos tiempos extraños, situaciones que no esperaba ver en nuestra sociedad a estas alturas: gente condenada a prisión por su música o por escribir un tweet. Este es un tiempo donde la libertad de expresión está recortada con respecto a hace pocos años y hemos olvidado que este derecho nos permitía opinar libremente a todos, incluso cuando esa expresión nos pudiera parecer despreciable.

En las últimas semanas en el mundo de los videojuegos se han dado un par de casos muy diferentes a los anteriores, pero que también nos llevan poco a poco hacia una censura que deberíamos tomarnos muy en serio.

Steam retira la venta de juegos eróticos

Esta historia ya tiene un par de años y un nuevo capítulo se ha escrito recientemente. Steam es la tienda de videojuegos para PC por excelencia, la tienda donde casi todas las distribuidoras quieren estar, desde las más grandes hasta las desarrolladoras indies más modestas. Si no estás en Steam, no estás en el mercado del PC. Valve, creadora de Steam, ha llegado a esta situación con una fórmula sencilla: precios competitivos y no hacer la vida imposible al jugador a la hora de adquirir un juego y reproducirlo en su máquina. Y gracias a ello Valve es un monopolio de facto, las pocas empresas que tratan de hacerse con un pedazo del pastel se buscan un nicho (GOG, Humble Store) o fracasan tratando de competir directamente (Origin, Uplay).

Esta posición en el mercado permite a Valve hacer prácticamente lo que le dé la gana con tal de preservar su imagen. De esta forma hace unos años apretó las tuercas a un montón de empresas dedicadas a crear videojuegos eróticos, impidiéndoles venderlos en su tienda si antes no les pasaba un filtro censor. La mayor parte de estos juegos son juegos románticos de origen japonés, de estética anime y cuyo objetivo final es, en definitiva, tener sexo con los personajes femeninos (un género que en el país asiático se conoce como eroge). A estas desarrolladoras no les ha quedado otro remedio que pasar por el aro y han creado soluciones tales como niebla estratégicamente situada para tapar determinadas partes del cuerpo humano. Para satisfacer a sus compradores, muchas de estas desarrolladoras distribuían en sus webs parches gratuitos que descensuraban sus juegos, pero no podían estar publicitados en Steam.

Pero a mediados de mayo varias de estas compañías recibieron mensajes procedentes de Valve indicando que juegos que llevaban años en Steam violaban sus reglas acerca de pornografía y que si dichos juegos no eran censurados serían retirados. La compañía de Gabe Newel había declarado la guerra a los juegos eróticos.

Obviamente Valve toma estas determinaciones con la idea de mantener una buena imagen, desasociarse en la medida de lo posible con una industria pornográfica que lo único que puede hacer es dañar a una empresa que poco o nada tiene que ver con ese mundo. Pero al hacerlo se convierte en un policía de la moral, ¿cuál es la línea que diferencia un juego porno de uno que no lo es? ¿Un juego como Skyrim puede tener alguna escena de sexo más o menos explícito y estos juegos no? ¿Es Bethesda una empresa demasiado grande y conocida (y conveniente) contra la que no se debe luchar mientras que los desarrolladores de eroges pueden ser barridos del mapa sin problema? ¿Es más porno un juego que otro porque el sexo es un objetivo independientemente de lo explícito que sea el que no tiene un objetivo sexual? ¿Qué han cambiado las políticas de Valve para que un juego que lleva varios años en la tienda sea ahora marcado como indeseable? Con esos correos no sólo estaba preservando su imagen, también estaba creando inseguridad a las desarrollas de juegos, que se veían expuestas a que cualquier cambio de aires de Valve pudiera provocar la retirada sin más de sus juegos.

Tantas dudas y críticas generó la nueva posición de Valve que al poco tiempo se echaron para atrás y ya han vuelto a ponerse en contacto con las empresas afectadas para indicarles que nada había cambiado y que no retirarían los juegos.

Soy poco amigo de prohibir o censurar, por muy reprochable que me pueda parecer el contenido del juego, salvo que el objetivo de la prohibición sea directamente ilegal, como por ejemplo la pornografía infantil. En su lugar animaría a Valve a hacer de Steam una tienda segura aún cuando tiene juegos eróticos a la venta, es decir, les animaría a tomarse en serio las regulaciones por edades en los videojuegos y crear un control parental que funcione de verdad. Es cierto que es una batalla que nadie ha conseguido ganar, es difícil que determinados adultos se tomen en serio este tipo de herramientas para proteger a sus hijos de contenidos a los que no deberían acceder, pero si hay alguien puede crear una herramienta verdaderamente efectiva en este momento es Valve.

Daniel Vavra y la Gamelab

Daniel Vavra es el director creativo de Kingdom Come: Deliverance, un RPG ambientado en el Reino de Bohemia del siglo XV, de la compañía checa Warhore Studios. Vavra había sido invitado a dar una charla en el Gamelab, un congreso de videojuegos que se celebrará a finales de mes en Barcelona. Vavra es un hombre muy polémico, que en el pasado defendió al movimiento machista Gamergate o la ausencia de personas no varones de raza blanca en su juego por rigor histórico1.

Al conocerse que Vavra asistiría al congreso barcelonés, saltó la polémica en Twitter y varias personas solicitaron que el diseñador checo fuera excluido del evento, algunas de ellas recurriendo al insulto. De entre todos los insultos, uno le molestó especialmente, puesto que le llamaron Nazi, un calificativo que probablemente utilicemos con mayor ligereza en este país que por el mundo adelante, especialmente la Europa central de donde procede Vavra. Al cabo de unos días, Vavra, presionado e insultado, renuncia a dar su charla en Barcelona.

Invertiría días preparando mi charla y el único resultado sería cobertura negativa otra vez, un completo desperdicio de mi tiempo. No estoy ofendido, simplemente tengo cosas mejores que hacer. No hacer nada y ver la televisión es una mejor opción. Quizás esa gente puede dar una charla en mi lugar. (Daniel Vavra)

A pesar de que no comparto su postura política, veo con preocupación el linchamiento al que se vio sometido el checo. Gamelab se ha perdido una charla que poco o nada debería tener que ver con las opiniones políticas del ponente. Lamentablemente, me recuerda a las presiones que recibieron las organizadoras del Gaming Ladies, una charla por y para mujeres del sector de videojuegos que el año pasado lo pasaron mal para poder sacarla adelante. O a la ridícula polémica que surgió en las redes sociales la presencia de mujeres en el Battlefield V.

Son los tiempos que corren, cuatro gatos (o cien o los que sean) tratan de imponer su criterio sobre los demás a base de presiones y a menudo insultos a través de las redes sociales. Nadie debería cancelar un evento por sus ideas, por muy despreciables que nos puedan parecer, y si hay delito de odio que lo persiga la justicia, no un grupo de personas con los dedos muy largos en Twitter. Y si no estamos de acuerdo con una compañía o con un creador no compremos su producto, no asistamos a sus charlas, tal y como ya dije hace años.

  1. No quiero entrar en detalles porque no soy ningún experto en la materia, pero tengo la impresión de que su rigor histórico puede no ser del todo acertado. []

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